Cultura

La gastronomía del distrito de Sambú, esta relacionada con el bosque, todos los ingredientes, carnes, tubérculos y demás provienen de la naturaleza, ya que el pueblo de Sambú generalmente habita en los afluentes de los ríos y grandes montañas.

Las Ceremonias, ritos, fiestas y danzas: El pueblo Sambú utiliza en todos los momentos de ceremonia el agua y al llegar el momento, imita el canto del agua. Sus canciones comienzan en los arroyos más pequeños, se transforma en caudalosos ríos, desemboca en océanos majestuosos y en nubes de trueno y cae sobre la tierra para comenzar de nuevo. Cuando se amenaza el agua, se amenaza a todos los seres vivientes. Hay un tabú sobre dos fogones en una misma casa. Se señaló que la existencia de dos fogones corresponde a los criterios de tabú en vinculación con la enfermedad, la preñez y la menstruación. De acuerdo a ello, el fogón utilizado en la circunstancia mencionada, se denomina “nío-gua-boin” mientras que el de uso común se llama níogua-kóin.

Se practica el baile guarä, ka, kisemie, cadanie y otros. La pintura facial es de uso común en ocasiones rituales, usándose para ello una cera obtenida del insecto llavera y jugo de corteza de bejuco que se cría especialmente en árboles cerca de la casa, tales como el jobo. Otra festividad de gran estima entre los emberá y también en wounan es la llegada de una joven a la pubertad. La misma es aislada dentro de la casa, sin que nadie pueda hablarle, escucharle o tocarle. Sólo puede ingerir alimentos preparados con plátanos y bananos. Una vez finalizado el período de aislamiento, sus padres ofrecen una fiesta, donde abunda la comida y las bebidas fermentadas. En la misma, se le designa oficialmente con un nombre y se le declara apta para el matrimonio.

También existió una festividad relacionada con la pubertad masculina, llamada “krote”, la cual ha sido casi abandonada. La misma consistía en la formación de un grupo con aquellos muchachos que les llegaba el cambio de voz. Los mismos eran conducidos fuera del caserío, preferiblemente la selva, donde permanecían incomunicados. Uno de los muchachos del grupo era elegido jefe u Ougún, el cual instruía al resto en cuanto a las tradiciones, caza, ejercicios de guerra y competencias de agilidad. Posteriormente eran sometidos a exámenes y los que aprobaban, se les confería un nombre para toda la vida.

VESTIMENTA

En vestimenta resultan inconfundibles junto a sus largas canoas vestidos apenas con un taparrabos de tela llamado guayuco o con una especie de faldita trenzada y decorada con motivos geométricos.

La música en el Distrito de Sambú es sencilla como su vida y las mujeres bailan en fila siguiendo un círculo imaginario. Los colores de sus faldas se combinaban con sus grandes collares de cuentas en un movimiento rítmico continuo de vaivén que resultaba casi hipnótico.

Durante la época colonial a estos aborígenes tanto a la etnia embera y a la etnia Wounaan se les conocía con otros nombres, tales como: citares, zirambiraes, citabiraes, chocoes y otros. Entraron al istmo alrededor del siglo XVIII procedentes de la región del Chocó en Colombia. Los últimos estudios indican que antes de la llegada de Colón ocupaban probablemente tierras del Brasil.